sábado, 17 de marzo de 2012

Crisis, crecimiento, petróleo: primera entrega

Desde 2008 estamos atravesando una crisis económica profunda. Crisis en este contexto quiere decir que la economía no crece. De ahí que nuestros gobernantes nos digan que para salir de la crisis hay que devolver la economía a la senda del crecimiento. ¿Dónde está esa senda?.
Tal vez primero deberíamos tratar de comprender el origen de la crisis. En lo que escucho y leo al respecto encuentro un abanico bastante amplio de causas casi todas las cuales, aunque sea de forma muy general, se pueden reducir a dos: a) los abusos de un mercado financiero excesivamente poco regulado y b) la mala gestión y el despilfarro de unas administraciones públicas irresponsables y manirrotas. Son dos tipos de causas probablemente interrelacionadas pero que, también de forma muy general, se corresponden con sendas visiones del problema y de la solución: una en la línea “izquierda social” (solución: más regulación) y otra en la línea “derecha liberal” (solución: menos estado).
En cualquier caso, son siempre causas (y soluciones) económicas, o manejables dentro de los parámetros de la ciencia económica estándar. Lo cual parece razonable: estamos ante una crisis económica, ¿no?.
A mí me parece que unos y otros tienden a olvidar un ingrediente fundamental que proviene de un hecho ineludible: la economía necesita una base material. La economía, en última instancia, consiste en mover materia y utilizar energía. Y para que haya crecimiento económico, el flujo de materia y energía tiene que crecer. Recordemos, además, que la senda del crecimiento se refiere a un crecimiento exponencial. Un crecimiento del 4%, por ejemplo, quiere decir que el tamaño de la economía se duplica cada 18 años.
Pues bien, he aquí otro hecho ineludible: un sistema material que crece exponencialmente en un entorno finito, como nuestro planeta, acaba topándose con algún límite. Y una vez se alcanza uno de estos límites sólo hay dos posibilidades: dejar de crecer o cambiar el sistema. Para el sistema económico actual dejar de crecer significa crisis.
¿Tal vez nos hayamos encontrado con un límite material al crecimiento? Es muy probable que sí: la producción de petróleo mundial alcanzo los 75 millones de barriles anuales en 2005 y desde entonces (y ya van 7 años) no es capaz de crecer. Y eso que, a partir de 2006, los precios del petróleo se dispararon. Es decir: los productores tenían grandes incentivos para incrementar la producción. Según cada vez más expertos, hemos alcanzado el “peak oil”, el máximo de producción de petróleo que antecede a un inevitable declive.
¿Podemos crecer sin que crezca la producción de petróleo, o incluso si disminuye? Hoy por hoy la respuesta parece que es claramente no. Dependemos del petróleo para casi todo. Ha sido durante décadas una fuente de energía mucho más barata, accesible y abundante que todas las demás conocidas y todo nuestro sistema económico se ha orientado para sacar partido de ella. La senda del crecimiento, si existe, va a ser muy difícil de encontrar. 

1 comentario:

  1. Gracias por tus artículos, son amenos, fáciles de leer y explican con claridad problemas que siempre son actuales, aunque el de la Isla de Pascua venga ya de muy lejos, pero es una forma de enfocarlo que resulta muy verosímil.
    PyM

    ResponderEliminar