miércoles, 28 de marzo de 2012

The Show Must Grow on

Cuando los economistas y los políticos hablan de crecimiento de la economía hablan de crecimiento del PIB. Una economía está en la senda del crecimiento cuando su PIB crece de año en año.
El PIB, producto interior bruto, es una medida de la riqueza económica que genera una sociedad en un año y se calcula agregando el valor monetario de todos los bienes y servicios finales producidos en ese año: las viviendas construidas, los coches fabricados, los kilos de naranjas producidos, las cañas de cerveza servidas, las noches de hotel vendidas, las lecciones de piano impartidas, etc., siempre que tengan valor monetario, se entiende.
La medida de crecimiento por antonomasia es el crecimiento del PIB en volumen. Se calcula comparando el PIB de un año con el del año anterior. Se utilizan los precios del último año para eliminar el efecto del crecimiento de los precios: se pretende evaluar el crecimiento real de la economía. Fijémonos en la economía española. El gráfico 1 muestra los valores de crecimiento del PIB en volumen en el decenio 2001-2010. La economía española avanzó con paso decidido por la senda del crecimiento durante los años 2001 a 2007 y se extravió en algún momento de 2008.


Grafico 1. Crecimiento en volumen del PIB, años 2001 a 2010
Encadenando los datos del gráfico 1 podemos reconstruir la evolución del PIB español a partir del año 2000. Si asignamos a ese año el valor de referencia 100 obtenemos el grafico 2, que muestra el PIB de cada año expresado como porcentaje del PIB de 2000. En 2008, por ejemplo, la economía española creó casi un 28% más de riqueza que en 2000. No está mal. Pero a partir de ahí comenzó el declive. Así que en los años 2009 y 2010 nuestra economía “sólo” creó un 23% más de riqueza que la que creó en 2000. Es decir, una cantidad de riqueza parecida a la que creó en 2006. Pero, un momento, ¿no fue 2006 un año de bonanza económica, un año en plena senda del crecimiento?.

Gráfico 2. Evolución del PIB español desde 2000 a 2010, expresado en valor relativo al de 2000.
Bueno, vayamos con calma: la población crece, así que para mantener un mismo nivel de bonanza económica lo lógico es pedirle al PIB que crezca por lo menos tanto como la población. Si no, acabaríamos tocando a menos riqueza cada uno, a menos PIB per capita. Veamos qué pasa si tenemos en cuenta el crecimiento de la población. El gráfico 3 muestra, con la serie de PIB del gráfico 2, la evolución de la población española. Por conveniencia, la población también está referida al año 2000 en porcentaje.
Gráfico 3. PIB y población de España desde 2000 a 2010, expresados en valor relativo al año 2000.
Dividiendo los valores de PIB y población obtenemos el PIB per capita, que como se ha dicho antes es una medida más representativa de la bonanza económica de una sociedad. Los valores de 2000 a 2010, también referidos a 2000 en porcentaje se muestran en el gráfico 4.


Gráfico 4. Evolución del PIB per cápita español desde 2000 a 2010, expresado en valor relativo al de 2000.

El panorama cambia un poco. Por ejemplo: en 2008 el PIB creció menos que la población, así que el PIB per capita descendió respecto a 2007. El año 2007, por tanto, se convierte en el campeón de nuestra senda del crecimiento con una producción de riqueza per capita un 13,4% mayor que en 2000. ¿Y qué pasa ahora con los años 2009 y 2010, años de grave crisis económica, con enorme destrucción de empleo, caída de la bolsa, falta de crédito, inestabilidad en el sistema bancario, crecimiento imparable del déficit público, etc.? Pues en 2009 y 2010 la producción de riqueza per capita alcanzó niveles parecidos a los de 2004. Pero, un momento: el año 2004, en lo económico, fue un año bueno: ni sombra de los problemas citados antes. Y también lo fueron los años 2000 a 2003, en los que se creó menos riqueza per capita que en 2009 o 2010.
¿Cómo es posible que la economía esté en crisis mientras generamos más riqueza económica que en los años de bonanza? Da la impresión de que la bonanza económica no depende tanto de la cantidad de riqueza que producimos como de si  somos capaces de producir más o menos riqueza que el año anterior. En definitiva: el sistema sólo funciona si crece.
Esta necesidad de crecer es, en palabras de un amigo que es informático, el “bug” fundamental del sistema. Para funcionar, la economía necesita crecer, pero si crece de forma continuada, la economía acabará por  dejar de funcionar. Porque, recordémoslo, la economía se desenvuelve sobre una base material y esa base material es limitada. Así que me da en la nariz que entender el porqué de ese “bug” es clave para entender esta crisis y vislumbrar las salidas. Por eso tengo intención de volver sobre este asunto en próximas entradas.

Fuentes:
Los datos de crecimiento en volumen se han tomado de la página web del INE (www.ine.es). El dato de 2009 tiene la calificación de provisional (P) y el de 2010 de avance (A), así que probablemente sufrirán cambios en el futuro.
Los datos de población que han servido de base para la evolución de la población en porcentaje respecto del año 2000 también se han tomado de la web del INE, concretamente de las Series de población desde 1996. Cifras oficiales de la Revisión anual del Padrón municipal a 1 de enero de cada año.

3 comentarios:

  1. Pues si tendrás que volver sobre el asunto en próximas entradas...
    Besitos

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  2. muy interesante el enfoque. Sobre todo por lo simple del razonamiento...ojala fueran así los artículos de Expansión, faq! (como dice un amigo mio informático)

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  3. Esto de la economía y a lo que debe tender me recuerda, con perdón, a un culo de mal asiento. Cuando sube hay que tener cuidado con gracias a qué está mejorando, y cuando baja... que Dios reparta suerte porque como reparta justicia apañados vamos.

    Un saludo levantino.

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